El Blog de Rubén Martínez Alpañez

lunes, 4 de mayo de 2015

LAS MENTIRAS TIENEN LAS PATAS CORTAS

LAS MENTIRAS TIENEN LAS PATAS CORTAS (Murciaeconomía.com XVIII / ABRIL / 2015)

“Miente que algo quedará y cuanta más grande sea la mentira más gente lo creerá” Frase célebre sin lugar a dudas pronunciada por Joseph Goebbels, amigo íntimo de Hitler y Ministros de Propaganda de la socialdemocracia.
Sorpréndeme que aún haya políticos (y aspirantes) que mientan más que hablan. Y puedo afirmar que mienten, teniendo que cuando guardas información, cuando dices verdades a medias, también estás mintiendo, tal vez, de peor manera si cabe.
Vienen tiempos de mentiras, porque vienen elecciones y estos nuevos (viejos) políticos aún creen que con simplonas mentiras y verdades a medias  van a poder llevarse el gato al agua. Pase que Podemos, en Murcia, se haya comprometido a volver a contratar a todos los interinos que en su día lo fueron, pase que, los socialistas, vayan a poner en marcha centros de oncología en cada esquina y hasta incluso pase que, por el bien de todos nosotros y sólo pensando en nosotros, haya candidatos que hoy lo sean de un partido y mañana de otro, o de varios. Pero lo que no debemos consentir es que nos vendan motos de una manera tan descarada y, encima, tengamos que darles las gracias por ello.

http://cincodias.com/cincodias/2015/04/22/economia/1429721727_543306.html


Ciudadanos es un partido socialdemócrata, o como diríamos los murcianos corrientes, Ciudadanos es un partido de izquierdas. Y como todos los partidos políticos de izquierdas cuenta con una serie de características que permite identificarlos rápidamente, entre la que se puede destacar aquella de que, necesariamente, ser de izquierdas implica subir impuestos.
Han anunciado la reforma del IRPF, yo no estuve presente, pero por lo que he podido leer en prensa, la venden como si fuera la panacea, nuestra salvación y también la solución para el saneamiento de las cuentas públicas, siempre teniendo como referente las clases medias. Efectivamente, la reforma anunciada tiene en el punto de mira a las clases medias, pero, dado lo que he podido analizar en base a lo anunciado, para asfixiarla más si cabe, según mi opinión.
Resulta que si eres un españolito normal, soltero, hijos o mayores a tu cargo y sin hipoteca, si ganas en torno a 20 mil euros al año, vas a tener que pagar a Hacienda unos 200 euros más de lo que actualmente vienes pagando. Eso es pensar en las clases medias. En cambio, si lo que ganas al año son dos millones de euros lo que vas a tener que pagar a Hacienda van a ser unos 60 mil euros menos. Eso es pensar en las clases medias.
Pero lo que más me llama la atención de la reforma no es lo que se ha dicho, que está más que claro, sino que me gustaría centrar la atención en lo que no se ha dicho. ¿Acaso la mayoría no tenemos hipoteca? ¿Acaso la mayoría no tiene hijos? Pues resulta que de ese tipo de contribuyente no he leído nada. ¿Por qué no hemos podido leer nada en relación a las familias? La respuesta es bien sencilla, no piensan en las familias, ni en los que tenemos hipoteca o hijos.
Van a quitar las deducciones actuales del IRPF y constituye un grave error eliminarlas. La mayoría de españoles tenemos hipoteca, y la mayoría de españoles, a duras penas, vamos pagando nuestra hipoteca. No viene nada mal que se reconozca ese esfuerzo en la declaración de la renta con la deducción por inversión en vivienda habitual. Como tampoco viene nada mal que, ante el futuro tan incierto que se nos presenta, el que quiera y pueda, mantenga un plan de pensiones para hacerse la jubilación un poquito más fácil.
Existen una serie de deducciones en IRPF que, a mi juicio, además de que nos interesan económicamente hablando, tienen un sentido primordial en nuestra sociedad. Promocionar la inversión en una vivienda digna por parte de la familia, promocionar la familia a través de la aplicación de deducciones por hijo, etc. constituyen mecanismos de promoción y respeto a nuestra forma de ver la vida, respeto a la tradición, a lo que nos han enseñado nuestros padres, y en definitiva de respeto a los valores transmitidos de generación en generación.

Aparecen nuevos partidos, nuevos partidos cuya característica común es que son de izquierdas y, además, ponen en práctica políticas desfasadas que fracasaron. Esa no es la nueva política que queremos. No queremos más política de la mentira, sino todo lo contrario, queremos sentido común, las cosas claras, y que el dinero esté en los bolsillos de la gente, que es donde tiene que estar. Esa sí es la nueva política que queremos: gente normal, que sepa lo que hace y que no nos mienta. Entre tanto llega, haremos caso a Machado, y nos quedaremos irremediablemente esperando a que llegue la otra media verdad o doble mentira, como se quiera llamar.

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