El Blog de Rubén Martínez Alpañez

miércoles, 31 de julio de 2013

IV. SEGUNDO DE LAS CREENCIAS. LAS CHICAS DEL PIERCING

LAS CHICAS DEL PIERCING. 
POCOS VEN LO QUE SOMOS, PERO TODOS VEN LO QUE APARENTAMOS.
creencias aspecto inteligencia rajoy intelectual objetivo esencia apariencia ser piercing Y bien que pude comprobarlo el viernes pasado en la Plaza de las Flores.
Quedé con una buena amiga para tapear, porque era viernes, porque éramos de los pocos que no salían disparados para las playas y porque nos echamos unas risas de campeonato con unas cervezas cada vez que nos juntamos.
Al lado, dos chicas, muy jóvenes, no más de 25 a las que no soy capaz de catalogar dentro de una tribu de las actuales: piercing en cara y lengua, camisetas básicas de tirantes, desaliñadas en aspecto, sólo en aspecto, tatuajes varios y sin ver una peluquería en años.
Me quedé impresionado con la conversación que mantenían ellas.
No pude llegar a averiguar a ciencia cierta, pudiendo tan solo intuir, que serían estudiantes de periodismo, o tal vez de ciencias políticas, aunque quizás se trataran, meramente, de ciudadanas preocupadas. Hablaban de Rajoy.
Ni un descalificativo, ni un comentario partidista. Comentaban, con sus piercing y sus pantalones raros y sus tatuajes, acerca de la estrategia de comunicación del Partido Popular en relación con el caso Barcenas. Una y la otra argumentaban y contraargumentaban cabal y hasta diría “profesionalmente” sobre las consecuencias que tendría tanto para el propio partido popular como para el país, la forma en que se estaba ofreciendo la información en relación al caso, así como las distintas alternativas posibles en términos de estrategia de comunicación y sus implicaciones sobre las expectativas de voto del ciudadano medio.
Como digo dos cosas me sorprendieron, la primera el tema sobre el que hablaban un viernes por la tarde del mes de julio en la Plaza de las Flores, Rajoy, la segunda, la profesionalidad y objetividad con la que lo hacían, y todo ello aderezado con las pintas que tenían que invitaban a pensar, sinceramente, cualquier cosa menos que existiera la posibilidad de que analizaran al PP.
Conozco a mucha gente que está relacionada con la política. Tengo la suerte de conocer, además, a muchos de los que yo personalmente llamo intelectuales, siempre inmersos en teorías y tesis de origen investigador, que citan a algún famoso personaje histórico cada vez que la ocasión lo requiere y que andan particularmente preocupados por la situación que atraviesa nuestro país, lógicamente, en teoría.
Dando paso a “EL TIEMPO DE LAS CREENCIAS” es este el momento de poner sobre la mesa las distintas reflexiones que me pasaron por la cabeza: Como dice Maquiavelo, “pocos ven lo que somos pero todos ven lo que aparentamos”.
Ante todo, y por si no ha quedado suficientemente claro en los anteriores párrafos, es de destacar la objetividad en el análisis que estaban realizando las chicas de los piercing. Y eso me sorprendió porque sólo unos pocos, muy pocos, de los considerados por mi mismo, intelectuales, han sido capaces de expresar en sus discursos tal grado de objetividad.
Más al contrario, cuanto mayor es el “nivel intelectual” más claro y más rápidamente podemos observar como enmascaran intereses particularísimos excesivamente egoístas y en ocasiones oscuros entre teoría y teoría, generalmente estandarizada pero con aderezo personal que la hace suya.
Tentado estoy a comentar sobre las posibilidades de conciliación entre individuo y ciudadano pero estamos en EL TIEMPO DE LAS CREENCIAS y es por eso que cambio el tercio.
Pensamos que el ser humano es lo que parece y efectivamente es lo que parece.
Con el riesgo de preocuparnos más en lo que aparentamos que en lo que efectivamente somos, nos autoencasillamos en una u otra “tribu”, haciendo notar tanto las características que mayor potencia tienen en su propio ser y que nos sirven de elemento identificador con el grupo, o como llamaba antes, tribu, como para ocultar aquellos otros rasgos personalísimos que no tenemos pero por los que se conoce, se le presupone o se le intuye a cualquier miembro de esa tribu.
A lo que voy, en la Plaza de las Flores o en cualquiera otro lugar que queramos, podemos observar a la gente y prejuzgarlos. Este prejuicio, directamente relacionado con lo que parece ser, condicionará tanto la posibilidad de relación interpersonal como la calidad de dicha interrelación en caso de que se produzca.
Y precisamente por este motivo, porque se puede ser inteligente y desaliñado, ruin y egoísta en las relaciones personales manteniendo una imagen pública exquisita, porque se puede ser tonto pero guapo y listo y además guapo, y objetivo y desinteresado, tengo que afirmar que, pase lo que pase y piense lo que piense, tanto en un caso como en otro, unos en la forma y otros en el fondo a través de la máscara o a través del intelecto, ambos, la del piercing, y el intelectual y todos los demás (los que dicen que no discriminan y los que dicen que no pertenecen a ninguna tribu también están incluidos) y también me incluyo yo, en esencia, somos seres humanos y no sabemos aceptarlo.

martes, 23 de julio de 2013

III.PRIMERO DE LAS CREENCIAS. LA CHICA SUFRIDORA

LA CHICA SUFRIDORA

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Las cinco chicas eran guapísimas. Hasta la que iba con el uniforme de policía municipal que, con la gorra quitada, se sentó por unos momentos junto a las otras. Aunque no soy muy bueno para eso de echar edades, aseguraría que ninguna pasaba de los 29 ni bajaba de los 26. Fue en la terraza de la cafetería donde cada mañana tomo el café, sobre las once, aprovechando para echar un vistazo a las redes sociales.

Según pude intuir, esa quedada no fue casual, quedaron para apoyar a una de ellas. Era un asunto de hombres.

Conste que la disposición de las mesas en la terraza de la cafetería favorece, sin ningún tipo de esfuerzo, que puedas empaparte de lo que se habla en cada mesa y claro, me empapé de todo.

La chica estaba sufriendo, estaba sufriendo por culpa de un hombre. No la trataba como ella merecía, la menospreciaba, no la atendía adecuadamente, pasaba de ella y esa situación se le estaba haciendo muy cuesta arriba. La chica no podía entender cual era la razón de su mala suerte, con todos los hombres con los que había tenido relaciones le había pasado lo mismo: “al principio fenomenal, pero con el tiempo todo se vuelve un infierno”.

Las demás, una a una y todas a la vez, en alardes de amistad sincera, mezclaban consuelos con consejos, consejos con relatos de experiencias vividas que sirvieran de ejemplo a la chica sufridora, mientras que esta no sabía lo que hacer. Se les notaba a todas un halo de amistad, la intentaban ayudar, y en ese sentido, me sorprendió que no ciñeran sus comentarios a despellejar al susodicho elemento masculino. Conste que también lo hicieron eh, y ahí fue donde me metieron en la conversación. Fue la policía municipal la que exclamó: “yo no se lo que nos pasa a las mujeres que, cuanto más nos putean más nos enganchamos”.

Ahí, no pude más y me vi involuntariamente obligado a soltar una carcajada. Yo estaba solo en la mesa, y todas me miraron. Lejos de molestarse, todo lo contrario, me preguntaron si era una estrategia premeditada por nuestra parte o era fruto de la casualidad, casualidad vital de la chica sufridora y del grupo de amigas. Sinceramente les respondí lo primero que me salió, motivado por la vergüenza que suponía el meterme en conversación ajena: “lo sabemos y está todo premeditado”.

Menudo revuelo se formó, todas vieron en mis palabras la confirmación de sus sospechas, los hombres son estrategas y su estrategia pasa exclusivamente por dar y quitar cuerda según conveniencia. La conclusión que sacaron antes de que la sufridora se marchara fue que tenían que tomar una determinación, tenían que ayudarse unas a otras a sobrevivir, a contraatacar, la estrategia masculina.

Ahora viene lo mejor, lo que más me sorprendió. La sufridora se marchó, las demás se quedaron. Varias cosas me sorprendieron. Primero de todo, pensé que comenzaba la operación desplume (criticar a la que se había marchado), y no, no fue así, es más, fue al contrario, seguían hablando acerca de las distintas opciones que tenían para ayudar a su amiga sufridora, mal atendida por su chico, conjurándose para crear un frente común que aportara luz en el ¿temporal? Paso por el túnel de su amiga.

Siguiente sorpresa, el paso a la cordura, si es que se le puede llamar así, resulta que exclama una de ellas: “para el tiempo que llevan creo que debería plantearse dejarlo con el chico”. Creo que esa fue la conclusión a la que llegaron, sobre todo cuando otra exclamó: “lo que no puede ser es que en la primera semana que estas saliendo con un chico, te putee y tu no hagas nada, tiene que dejarlo con él”.

Una semana. ¡La sufridora tenía una relación de una semana! Impresionante, semejante despliegue de amistad, insisto, amistad sincera que se vio entre ellas, solidaridad máxima ante el sufrimiento que estaba viviendo, por una relación de UNA SEMANA DE DURACIÓN.

Dando paso a “EL TIEMPO DE LAS CREENCIAS” es este el momento de poner sobre la mesa las distintas reflexiones que me pasaron por la cabeza:

La primera de ellas fue plantearme si la chica sufridora estaba tan preocupada, tan sufridora, porque había encontrado al amor de su vida y tan claro lo tenía que una especie de cortocircuito emocional tenía al no ser capaz de sentirse realizada junto a él, o tal vez detrás de todo ello nos encontremos ante la necesidad impuesta por la creencia de que una mujer, cuando pasa los 27 y no tiene pareja estable, está empezando a entrar en una fase de degeneración vital, incumplimiento de objetivos, centro de atención de todos los comentarios en tono de resignación, que te dirigen en los eventos familiares y vecinales.

La segunda, el amor. Sobre que es el amor o mejor expresado, sobre como es el amor, si es que se le puede llamar amor. Es amor sentirse extremadamente atraída por un hombre (similar con cualquiera otra combinación de géneros: hombre-mujer, mujer-hombre, hombre-hombre, mujer-mujer) que, ¡en una semana! ya te está haciendo sufrir. No será que tanto hombres como mujeres pensamos y tenemos preconcebido cual es el rol que debemos desempeñar, a la baja, y el que debemos exigir a nuestra pareja. Estoy tentado a afirmar que el hecho de que tuviera la chica una conexión sexual extremadamente elevada con ese chico no es motivo suficiente para etiquetarlo como “el amor de tu vida”. Las relaciones, si bien han de funcionar en todos los ámbitos, no deben ceñirse ni limitarse a la mera conexión sexual.

La última, y no por ello menos importante sino todo lo contrario. Las relaciones en sí mismas. Aquí tengo en cuenta la solidaridad, que es afirmación y confirmación, de todas las amigas y la experiencia de la propia sufridora. El amor te hace sufrir. Con los dedos de una mano, y me sobrarían algunos, puedo contar a las personas que en la típica conversación de “guerra de sexos” afirme a la primera, sin dar vueltas: “volvería a casarme con esa mujer (hombre)”, “con ella (él) soy una persona completa y feliz”. El caso es que si insistes en que razonen la típica respuesta de “si estuviera soltero” o “no te cases nunca”, llegarían a la conclusión de que lo mejor que les ha pasado es contar con la pareja que tienen.
Las relaciones de pareja no se han inventado para alcanzar los subsuelos emocionales de las personas, sino más bien para todo lo contrario.

La vida en pareja, no es algo obligatorio, sino natural. Esa opción viene determinada por la completitud que se alcanza, por ejemplo, al poder alinear tus objetivos vitales con otra persona, pero no es una obligación.

Como tampoco es una obligación sufrir en pareja.

Así que háganme un favor, cuando cumplan con la obligación de tener pareja, de casarse y de tener hijos, no les digan jamás, que son el único motivo que otorga razón a su matrimonio.

jueves, 18 de julio de 2013

II. PARA EMPEZAR UNA BONITA REFLEXIÓN DE FACUNDO CABRAL

FACUNDO CABRAL


Se caracterizó por sus composiciones de trova y sus monólogos con anécdotas personales, parábolas, crítica social para promover la autorrealización, el despertar de la conciencia y la reflexión espiritual.

Influido en lo espiritual por Jesús, Lao-Tsé, Chuang Tzu, Osho, Krishnamurti, Gautama Buda, Arthur Schopenhauer, Juan el Bautista, San Francisco de Asís, Gandhi y La Madre Teresa de Calcuta, predicó el Misticismo, la desaparición del Ego y la auto-realización global de la Conciencia humana.
En literatura tuvo admiración por Jorge Luis Borges con quien también mantuvo conversaciones filosóficas17 y por Walt Whitman. Este rumbo de observación espiritual, inconformista, se imprimió en su carrera como cantautor que tomó el rumbo de la crítica social sin abandonar su habitual sentido del humor.
No se conoce que Cabral haya tenido participación militante en movimiento político alguno, aunque por muchos años abogó por el pacifismo como forma de solucionar conflictos autodefiniéndose como "violentamente pacifista" y "vagabundo firstclass",se identificó en sus últimos años con una especie de anarquismo filosófico y contemplativo.
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I. LA PRESENTACIÓN DE "EL TIEMPO DE LAS CREENCIAS"

PRESENTACIÓN DE "EL TIEMPO DE LAS CREENCIAS"
Aunque aún no han llegado mis vacaciones, voy a dar por inaugurado el verano 2013. Si tenemos en cuenta que cada día en las últimas semanas, en cada telediario, en cada periodico, las noticias son siempre las mismas y que unas vacaciones son, meramente, un cambio de actividad, queda oficialmente inaugurado El Tiempo de las Creencias.

El tiempo de las creencias abarcará desde el día de hoy hasta el último día de la Feria de Septiembre de 2013 en Murcia y, por este tiempo, LA TOMBOLA IDEOLOGICA se pasa a las creencias.

Inspirado en la sección dominical que Enrique Nieto tiene en La Opinión de Murcia, he pensado en no machacar a mis más de 1.500 lectores con artículos tendentes a difundir la ideología liberal y me voy a pasar a algo más cotidiano.

El día a día. Trabajo en Murcia capital y me encanta sentarme en cualquier terraza de cualquier bar de la zona de la Plaza de las Flores a tomar cualquiera de las delicias que nos ofrece la gastronomía murciana regada con una buena cerveza. En esto, me gusta observar a la gente, empaparme de la sociabilidad con la que muestran y demuestran una de las más reseñables características de los murcianos. Y, en este orden de cosas, escucho de todo.
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Unas veces graciosas, otras indignantes, a veces comentarios irrelevantes que te hacen reir, y, más de lo deseado, reflexiones e intercambios de opiniones sobre la actualidad: social, política, económica y SENTIMENTAL que no se parecen absolutamente en nada a lo que nos dicen los expertos. 

Por ello, en el tiempo de las creencias, que queda oficialmente inaugurado, voy a compartir con vosotros estas cosas que veo, que me pasan, que escucho, aderezandolas con una ligera reflexión, si lo merece, sobre este nuestro microuniverso que es MURCIA y sus creencias.

Proximamente mi primera reflexión: sobre una conversación que mantenía un grupo de chicas de entre 25 y 30 años, sobre, como no, LOS HOMBRES.


martes, 9 de julio de 2013

EL DEBATE DE CADENA SER VIII/JULIO/2013 LA VENTANA REGIÓN DE MURCIA

barcenas, corrupción, rajoy, transparencia, cospedal, gobierno, peineta, tombola ideologicaComo cada lunes, el debate de La Ventana Región de Murcia. Hablamos de Bárcenas, hablamos de transparencia e incido en la corresponsabilidad de todos: medios de comunicación, sociedad civil, partidos políticos y ciudadanía en general, para borrar del mapa a los que representan una forma incorrecta e ilicita de construir la sociedad. Pincha sobre el título para escucharlo o directamente a través de ivoox. A partir del minuto 8,15

lunes, 1 de julio de 2013

VERDADES COMO PUÑOS

VERDADES COMO PUÑOS (Artículo publicado en La Verdad de Murcia XXX/JUNIO/2013)

becas verdades talento wert universidad educación sistemaAún recuerdo lo que me dijo mi abuelo cuando yo era pequeño: “Rubén, hagas lo que hagas hazlo bien”. Mi abuelo era mecánico, mi padre repartía paquetes en una furgoneta y mi madre ha trabajado toda su vida en una fábrica. En mi familia contamos con cerrajeros, limpiadoras del hogar y hasta algún guardia civil. De mi familia, incluyendo tíos, primos, y primos segundos, y les puedo garantizar que la familia por ambos lados es extensa, soy el primero que tiene carrera universitaria, voy por la tercera, además del master, el doctorado y alguna cosa más de la que me siento muy orgulloso.

No tiene nada de denigrante, ni humillante, dedicarse a cualquiera de los oficios mencionados, para los cuales no hace falta carrera universitaria, siempre que, como decía mi abuelo, lo que hagas lo hagas bien.

Jamás me han dado una de estas becas, y ¿Qué tiene que ver la beca con la obligación, moral, de hacer las cosas bien? Van a escuchar y leer, a raíz de la propuesta del Ministro de Educación, sobre la necesidad de obtener un 6,5 de nota media para acceder a una beca: “sólo van a poder estudiar los ricos”, “quieren una educación de primera y otra de segunda” o “no respetan nuestros derechos”. ¿Es que acaso los pobres son tontos y los ricos son listos? ¿Es que solo los ricos sacan sobresalientes?

Los que van diciendo todo esto, en primer lugar deberían conocer la realidad del pésimo sistema español de becas hoy en día, después deberían leer bien las propuestas y sus motivaciones y así, estarán legitimados para criticar cuanto quieran. Pero no me voy a quedar en tan fácil argumento sino que voy a tratar de mostrarles las verdades de mi abuelo: “hagas lo que hagas hazlo bien”.

Todos nuestros hijos tienen que ir a la universidad, a lo que sea pero a la universidad. No estoy de acuerdo, para ir a la universidad hacen falta dos cosas: la primera querer, y la segunda poder.

Poder ir a la universidad significa poder sacar una carrera a base de estudio, que no todos valen. Si tiene algún sentido que exista la Administración Pública es para poder establecer el adecuado marco de justicia para que cada cual, a nivel individual, pueda prosperar hasta donde quiera, en igualdad de condiciones de acceso con cualquiera otro, sea pobre o rico. Y es necesario demostrar que se puede, que no es lo mismo que mandar a todos a la universidad. Si nos empeñamos en eso, tendremos calles llenas de universitarios desempleados, y los que trabajen lo van a hacer por un sueldo miserable. Tendremos que conformarnos con ser “GraduaBecado en Derecho”, por ejemplo, y ganar salario impropio de la formación con la que se cuenta. ¿Les suena de algo? Si a la universidad va el que puede, es decir, el que tiene la capacidad suficiente para superar una titulación universitaria, cuando termine, su título tendrá un valor, fruto del esfuerzo realizado durante los años de estudio, y se traducirá necesariamente en el salario, entre otras cosas. Por eso no estoy de acuerdo en que paguen a todo el mundo la universidad con becas.

Subir la nota mínima para acceder a una beca tampoco va a servir de incentivo para que los estudiantes saquen mejores notas a largo plazo. Niéguenlo que no es verdad. Tal y como está configurado el sistema, subir las becas, o subir las notas de acceso a la beca no hace que los estudiantes estudien más y sean más listos, es más, es al contrario. La desmotivación es más rápida y la frustración mayor, y si a eso le unimos el patético panorama laboral al terminar la carrera, porque hay miles de personas con el mismo título que tú, el horizonte pinta mal. Lo que si está demostrado, es que aquel que no necesita incentivos (económicos o de cualquier tipo) para hacer bien su trabajo, tiene garantizado el éxito.

talento becas wert reforma educación universidad rubén martinez tombola Con respecto a querer ir a la universidad: cuanto más lo pienso más me indigno. En la sociedad actual existen escenarios y posibilidades suficientes para que cada uno disfrute con lo que hace. Si alguien no quiere ir a la universidad porque tiene vocación de músico, cocinero, o modisto, ¿Por qué no puede serlo? Adriá, Carolina Herrera, Alejandro Sanz ¡o el mejor camarero del bar de tu pueblo, que no tiene nada de vergonzoso! Eso sí, es necesario hacer las cosas bien.

Respetemos a todos los que no han querido o no han tenido la capacidad de ir a la universidad y se ganan la vida en dignísimos puestos de trabajo. ¿Que es mas necesario un abogado o un albañil, un Licenciado en Historia o un conductor de ambulancia? No es cuestión de pagar por pagar. No se pueden repartir títulos universitarios como si fueran pegatinas. ¿Queremos muchos médicos o buenos médicos? Debemos fomentar el talento y no becar la mediocridad.