VERDADES COMO PUÑOS (Artículo publicado en La Verdad de Murcia XXX/JUNIO/2013)
Aún recuerdo lo que me dijo mi abuelo cuando yo era pequeño: “Rubén, hagas lo que hagas hazlo bien”. Mi abuelo era mecánico, mi padre repartía paquetes en una furgoneta y mi madre ha trabajado toda su vida en una fábrica. En mi familia contamos con cerrajeros, limpiadoras del hogar y hasta algún guardia civil. De mi familia, incluyendo tíos, primos, y primos segundos, y les puedo garantizar que la familia por ambos lados es extensa, soy el primero que tiene carrera universitaria, voy por la tercera, además del master, el doctorado y alguna cosa más de la que me siento muy orgulloso.
No tiene nada de denigrante, ni humillante, dedicarse a cualquiera de los oficios mencionados, para los cuales no hace falta carrera universitaria, siempre que, como decía mi abuelo, lo que hagas lo hagas bien.
Jamás me han dado una de estas becas, y ¿Qué tiene que ver la beca con la obligación, moral, de hacer las cosas bien? Van a escuchar y leer, a raíz de la propuesta del Ministro de Educación, sobre la necesidad de obtener un 6,5 de nota media para acceder a una beca: “sólo van a poder estudiar los ricos”, “quieren una educación de primera y otra de segunda” o “no respetan nuestros derechos”. ¿Es que acaso los pobres son tontos y los ricos son listos? ¿Es que solo los ricos sacan sobresalientes?
Los que van diciendo todo esto, en primer lugar deberían conocer la realidad del pésimo sistema español de becas hoy en día, después deberían leer bien las propuestas y sus motivaciones y así, estarán legitimados para criticar cuanto quieran. Pero no me voy a quedar en tan fácil argumento sino que voy a tratar de mostrarles las verdades de mi abuelo: “hagas lo que hagas hazlo bien”.
Todos nuestros hijos tienen que ir a la universidad, a lo que sea pero a la universidad. No estoy de acuerdo, para ir a la universidad hacen falta dos cosas: la primera querer, y la segunda poder.
Poder ir a la universidad significa poder sacar una carrera a base de estudio, que no todos valen. Si tiene algún sentido que exista la Administración Pública es para poder establecer el adecuado marco de justicia para que cada cual, a nivel individual, pueda prosperar hasta donde quiera, en igualdad de condiciones de acceso con cualquiera otro, sea pobre o rico. Y es necesario demostrar que se puede, que no es lo mismo que mandar a todos a la universidad. Si nos empeñamos en eso, tendremos calles llenas de universitarios desempleados, y los que trabajen lo van a hacer por un sueldo miserable. Tendremos que conformarnos con ser “GraduaBecado en Derecho”, por ejemplo, y ganar salario impropio de la formación con la que se cuenta. ¿Les suena de algo? Si a la universidad va el que puede, es decir, el que tiene la capacidad suficiente para superar una titulación universitaria, cuando termine, su título tendrá un valor, fruto del esfuerzo realizado durante los años de estudio, y se traducirá necesariamente en el salario, entre otras cosas. Por eso no estoy de acuerdo en que paguen a todo el mundo la universidad con becas.
Subir la nota mínima para acceder a una beca tampoco va a servir de incentivo para que los estudiantes saquen mejores notas a largo plazo. Niéguenlo que no es verdad. Tal y como está configurado el sistema, subir las becas, o subir las notas de acceso a la beca no hace que los estudiantes estudien más y sean más listos, es más, es al contrario. La desmotivación es más rápida y la frustración mayor, y si a eso le unimos el patético panorama laboral al terminar la carrera, porque hay miles de personas con el mismo título que tú, el horizonte pinta mal. Lo que si está demostrado, es que aquel que no necesita incentivos (económicos o de cualquier tipo) para hacer bien su trabajo, tiene garantizado el éxito.
Con respecto a querer ir a la universidad: cuanto más lo pienso más me indigno. En la sociedad actual existen escenarios y posibilidades suficientes para que cada uno disfrute con lo que hace. Si alguien no quiere ir a la universidad porque tiene vocación de músico, cocinero, o modisto, ¿Por qué no puede serlo? Adriá, Carolina Herrera, Alejandro Sanz ¡o el mejor camarero del bar de tu pueblo, que no tiene nada de vergonzoso! Eso sí, es necesario hacer las cosas bien.
Respetemos a todos los que no han querido o no han tenido la capacidad de ir a la universidad y se ganan la vida en dignísimos puestos de trabajo. ¿Que es mas necesario un abogado o un albañil, un Licenciado en Historia o un conductor de ambulancia? No es cuestión de pagar por pagar. No se pueden repartir títulos universitarios como si fueran pegatinas. ¿Queremos muchos médicos o buenos médicos? Debemos fomentar el talento y no becar la mediocridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario