El domingo pasado estuve con un grupo de amigos. Una, cantante, se arranca con una de Los Panchos: "Si tú me dices ven, lo dejo todo". Bonita canción y más que bonita la voz. La siguiente hora y media, todo el mundo tarareando la canción. Eso es dejar huella.
El lunes pasado, caminando por la calle de Trapería, una chica canta guitarra en mano. No lo hacía mal: "Caminando por la vida, sin pausa pero sin prisa". El efecto, el mismo, todos absolutamente todos los que pasaban por ahí, niños, mayores, adolescentes, enamorados cogidos de la mano y hasta unos guiris, tarareando la canción. Eso es dejar huella.Me hicieron pensar estos acontecimientos. Parece como si respirásemos un ambiente falto de alegría, carente de felicidad, sin ni siquiera optimismo. Y nos hace falta. Y hasta unas notas musicales nos dejan huella porque nos hacen presentir y pregustar lo que deseamos y necesitamos. Tengo para mí que eso ocurre porque, afortunadamente, estamos preparados, ha llegado el momento. Hemos dejado atrás el pesimismo, ya no nos contentamos con lamentarnos, con echarle la culpa a los políticos, a la economía o al sursuncorda.
Este próximo 2014 parece el año del apocalipsis. ¿Qué pasa este año que viene?, ¿Se va la crisis, se va Del Toro, se va Valcárcel, se va Cobacho? ¿Se van todos?
Sinceramente, ni lo sé. No tengo ni idea de por qué se va o se queda cada uno. Me interesa, eso sí, lo que dejan. Lo que nos dejan.
Si se va la crisis, casi todos estaremos contentos. Casi, que también los hay descontentadizos; quizá con razón: perderán una ocasión para meterse con la bancada de enfrente. ¿Y los dirigentes de la CROEM, o de la Comunidad Autónoma o de la Universidad? ¿se les puede decir algo? Pues mire, sí: Váyanse por la puerta grande. Pueden hacerlo.
¿Y que es salir por la puerta grande?
Aprovechar la necesidad que tenemos los ciudadanos de quitarnos de encima el pesimismo, de cobrar fuerza y esperanza; ser conscientes de que se está gestando una nueva época que necesita líderes nuevos. Salir por la puerta grandes es, en una palabra, no remolonear y dejar paso a las nuevas generaciones.
Hay en Murcia gente joven sobradamente preparada, que podría tomar de manera ilusionada el relevo en las distintas instituciones. Parecen decir, con la canción, que si les dejan, nos llevarán a vivir a un mundo nuevo. Sabrán dar la talla como nuestra tierra merece, sin duda.
Jóvenes empresarios que, desde cero, y a partir de una idea, han creado una empresa, le han sabido dar valor, y están ganando dinero. Jóvenes empresarios que manejan las nuevas tecnologías como nuestra sociedad demanda, que hablan idiomas, que están en permanente y necesario contacto con las actuales tendencias de dirección, de liderazgo, de motivación de equipos, y a la vez, están implicados socialmente. Jóvenes que no necesiten subvenciones para mantener sus negocios, ni para liderar organizaciones.
Dejar paso a las nuevas generaciones. Hay en Murcia políticos jóvenes pero ya con experiencia suficiente para asumir el reto de liderar un proyecto, porque saben hacerlo, y que serán capaces, estoy seguro, de inyectar en la sociedad esa dosis de frescura que necesitamos.
Si son conscientes de que la sociedad necesita un relevo, si se atreven a dar a los ciudadanos lo que necesitan, si dejan paso a las nuevas generaciones, saldrán por la puerta grande. Y dejarán huella y algo más.
El lunes pasado, caminando por la calle de Trapería, una chica canta guitarra en mano. No lo hacía mal: "Caminando por la vida, sin pausa pero sin prisa". El efecto, el mismo, todos absolutamente todos los que pasaban por ahí, niños, mayores, adolescentes, enamorados cogidos de la mano y hasta unos guiris, tarareando la canción. Eso es dejar huella.Me hicieron pensar estos acontecimientos. Parece como si respirásemos un ambiente falto de alegría, carente de felicidad, sin ni siquiera optimismo. Y nos hace falta. Y hasta unas notas musicales nos dejan huella porque nos hacen presentir y pregustar lo que deseamos y necesitamos. Tengo para mí que eso ocurre porque, afortunadamente, estamos preparados, ha llegado el momento. Hemos dejado atrás el pesimismo, ya no nos contentamos con lamentarnos, con echarle la culpa a los políticos, a la economía o al sursuncorda.
Este próximo 2014 parece el año del apocalipsis. ¿Qué pasa este año que viene?, ¿Se va la crisis, se va Del Toro, se va Valcárcel, se va Cobacho? ¿Se van todos?
Sinceramente, ni lo sé. No tengo ni idea de por qué se va o se queda cada uno. Me interesa, eso sí, lo que dejan. Lo que nos dejan.
Si se va la crisis, casi todos estaremos contentos. Casi, que también los hay descontentadizos; quizá con razón: perderán una ocasión para meterse con la bancada de enfrente. ¿Y los dirigentes de la CROEM, o de la Comunidad Autónoma o de la Universidad? ¿se les puede decir algo? Pues mire, sí: Váyanse por la puerta grande. Pueden hacerlo.
¿Y que es salir por la puerta grande?
Aprovechar la necesidad que tenemos los ciudadanos de quitarnos de encima el pesimismo, de cobrar fuerza y esperanza; ser conscientes de que se está gestando una nueva época que necesita líderes nuevos. Salir por la puerta grandes es, en una palabra, no remolonear y dejar paso a las nuevas generaciones.
Hay en Murcia gente joven sobradamente preparada, que podría tomar de manera ilusionada el relevo en las distintas instituciones. Parecen decir, con la canción, que si les dejan, nos llevarán a vivir a un mundo nuevo. Sabrán dar la talla como nuestra tierra merece, sin duda.
Jóvenes empresarios que, desde cero, y a partir de una idea, han creado una empresa, le han sabido dar valor, y están ganando dinero. Jóvenes empresarios que manejan las nuevas tecnologías como nuestra sociedad demanda, que hablan idiomas, que están en permanente y necesario contacto con las actuales tendencias de dirección, de liderazgo, de motivación de equipos, y a la vez, están implicados socialmente. Jóvenes que no necesiten subvenciones para mantener sus negocios, ni para liderar organizaciones.
Dejar paso a las nuevas generaciones. Hay en Murcia políticos jóvenes pero ya con experiencia suficiente para asumir el reto de liderar un proyecto, porque saben hacerlo, y que serán capaces, estoy seguro, de inyectar en la sociedad esa dosis de frescura que necesitamos.
Si son conscientes de que la sociedad necesita un relevo, si se atreven a dar a los ciudadanos lo que necesitan, si dejan paso a las nuevas generaciones, saldrán por la puerta grande. Y dejarán huella y algo más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario